En distintas revistas de salud, blogs e incluso cuando visitamos a un médico, leemos o
escuchamos sobre la importancia de beber agua a diario, pero es una de las acciones
cotidianas que no solemos hacer o reemplazar por otros líquidos que lamentablemente no
contribuyen al bienestar de nuestro organismo.
Por ello, en esta nota abordaremos la importancia de beber agua, cuál es su correcto
consumo y cómo reconocer si estamos atravesando por signos de deshidratación.
Partamos por hablar sobre el porcentaje de agua del cual esta compuesto nuestro cuerpo
que varía entre edades y sexo, pero en general una persona adulta bordea un 60%. Esto
quiere decir que el agua, es la bencina de nuestro organismo, un gran motor donde este
elemento básico influye en la mayoría de las funciones vitales.
En concreto, con el agua podemos regular y mantener nuestra temperatura corporal,
facilitar la canalización de los nutrientes a las células, lubricar y amortiguar las
articulaciones, además de eliminar las toxinas y los deshechos por medio de la orina, entre
otras funciones.
Como verás, es posible que se pueda sobrevivir algunos días sin comida, pero sin agua es
imposible. De hecho, en personas adultas la recomendación de consumo es de 2 a 3 litros
diarios, dependiendo de nuestra actividad física, el clima y otros factores que
determinarán si es necesario aumentar esta cantidad de ingesta.
En el caso de niños pequeños hablamos de 1 a 1.5 litros, pero a partir de los 10 años ya es
recomendable la ingesta sobre los 2.5 litros porque se encuentran en pleno desarrollo,
además de todas las actividades que realizan a diario.
Respecto de los líquidos que son apropiados para beber a modo de mantener nuestro
cuerpo hidratado -además del agua- son las infusiones y los jugos naturales de fruta. Sin
embargo el té y el café no son recomendables por su acción diurética. Otro de los líquidos
que no debemos contemplar son las bebidas gasificadas ya que solo contienen altos
índices de azúcar y generan solo saciedad.
Respecto de los signos de deshidratación, debes poner atención a estas señales las cuales
no debes pasar por alto. Gran responsabilidad de llevar una buena calidad de vida,
depende de cada uno de nosotros, por ello si sientes pérdida de energía, sequedad en la
boca considerable y disminución de sudoración, entre otros, ya hablamos de un cuadro
leve de deshidratación al cual debemos estar atentos. No obstante, si ya presentamos una
baja en la presión arterial, mareos o malestares a nivel de riñones e hígado, ya se
considera una alerta severa.
Te invitamos a desarrollar una rutina de hidratación, sin duda te sentirás mejor, verás
cómo tu cuerpo lucirá más sano y con más vitalidad. Como dato, puedes dividir la cantidad
de vasos de agua durante el día, o incluso reemplazar por frutas y verduras en algunos
tramos, las que también cuentan como líquido. Con ello cumplirás tu meta y estarás
cuidando tu salud haciendo de esta práctica un hábito.