Durante estas fiestas, los problemas gástricos aparecen aunque no queramos y pueden incluso derivar en una complicación mayor. Te invitamos a revisar esta valiosa información que sabemos puede ser de gran utilidad.
Este año los panoramas volvieron en su total esplendor como nos gusta a todos los chilenos, atrás quedaron las restricciones de la pandemia y podemos volver a disfrutar de esas celebraciones donde sabemos que los protagonistas serán la comida y el alcohol; empanadas, terremotos, asados, choripanes, vino, etc. Todo esto puede generar complicaciones de salud que no siempre son conocidas y podrían arruinar la celebración.
La acidez, puede darse de manera esporádica, pero si llega a ser recurrente, más de dos veces por semana estamos hablando de una enfermedad conocida como reflujo gastroesofágico que, de acuerdo a especialistas, puede llegar a afectar hasta el 15% de la población.
La Sociedad Chilena de Gastroenterología ha respaldado la evidencia científica sobre los beneficios terapéuticos de los recubridores gástricos como los inhibidores de bomba de protones (IBP) para tratar afecciones gástricas como hemorragias digestivas, el reflujo gastroesofágico, úlceras o complicaciones asociadas, sin embargo su uso prolongado o en dosis más altas a las recomendadas puede generar problemas mayores.
La FDA (Food and Drug Administration) y la EMA (European Medicines Agency) organismos responsables de la regulación y expendio de medicamentos en Estados Unidos y Europa respectivamente, han alertado sobre efectos adversos de estos medicamentos que van desde calambres estomacales, alteraciones en la respiración, alcalosis sistémicas, efecto rebote (mayor secreción de ácidos), constipación y confusión mental, hasta un mayor riesgo de fracturas (por menor absorción de calcio), déficit de hierro y vitamina B12, y enfermedad renal crónica, entre otras. Por esto, las dosis o tratamientos adecuados dependen de cada paciente y siempre deben estar bajo supervisión médica.
Finalmente, sabiendo que este es un período donde todos nos salimos de la dieta, nuestro consejo es evitar los excesos y moderar el consumo de antiácidos, que aunque pueden ayudar a mitigar ciertos síntomas, no reemplazan las prescripciones entregadas por un profesional.