Con un promedio de 1.280 millones de adultos mayores de 30 años que la padecen en el mundo, la hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Aún así, la Organización Mundial de la Salud estima que el 46% de ellos desconoce que viven con ella.
La hipertensión es una patología crónica por la que cerca de 1,6 millones de personas en el mundo pierden la vida anualmente, y que se desata debido a la elevación sostenida de la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias.
Una presión arterial se considera óptima cuando es de 120 mmHg con 80 mmHg. Si se eleva sobre 140 mmHg o 90 mmHg se denomina “hipertensión”, y si se incrementa demasiado, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades en diferentes órganos, como el cerebro, el corazón, o los riñones.
Un 36% de la población chilena la padece, superando la media mundial de 33%. Muchas personas ni siquiera saben que tienen esta condición, porque frecuentemente no evidencia síntomas. De ahí la importancia de reconocer qué es lo que se siente cuando se eleva la presión, para detectarla a tiempo y prevenir futuros problemas cardiovasculares. Los 6 principales síntomas son:
- Dolor de cabeza intenso
- Palpitaciones
- Hemorragias nasales
- Visión borrosa
- Dolor en el pecho
- Confusión
Si sufres algunos de estos síntomas, puede que tengas la presión demasiado elevada. Sobre todo si tienes alguno de los factores de riesgo como sobrepeso u obesidad, ya que el exceso de peso ejerce una presión adicional en el sistema cardiovascular. Además, la edad es un factor determinante, con un mayor riesgo a medida que envejecemos, especialmente en mujeres mayores de 65 años. El sedentarismo también juega un papel importante, ya que la falta de actividad física puede provocar el endurecimiento de las arterias y aumentar la presión sanguínea.
Como muchas de las condiciones médicas y enfermedades, prevenir y reducir la hipertensión arterial implica un cambio en los hábitos. Medidas que apuntan a un estilo de vida saludable, como estas:
- Mantener un peso saludable: Realizar actividad física al menos tres veces a la semana te ayudará en esta tarea. Privilegia los ejercicios aeróbicos.
- Limita el consumo de alcohol y del tabaco: Lo ideal es reducirlo por completo, y reemplazar la ingesta de líquidos por agua.
- Tener una alimentación balanceada: Debe ser rica en frutas, verduras, granos enteros y carnes magras. Asimismo, es necesario reducir el consumo de grasas, carnes rojas y sal.
- Apoyo con medicamentos: Si ya padeces hipertensión, es probable que tu médico sume a estas medidas un tratamiento farmacológico para controlarla.
Recuerda que todas las personas deben chequear su presión arterial con frecuencia, y al menos una vez al año si tienes más de 30 años, a fin de evitar esta seria, pero prevenible condición. Con cambios simples en el estilo de vida y un cuidado regular, podemos proteger nuestra salud cardiovascular y reducir el riesgo de graves complicaciones.
Fuentes: Clínica Alemana, Clínica Las Condes, CNN en Español, Organización Mundial de la Salud, Clínica Mayo.