Lejos de ser un simple lienzo inerte, nuestra piel es un ecosistema dinámico y complejo, habitado por billones de microorganismos. Aprende a cómo cuidar la microbiota cutánea y evitar su desequilibrio.
Al hablar de microbiota nos referimos a la población de microorganismos que habitan en el cuerpo humano, principalmente en el tracto gastrointestinal, pero también en otros lugares, como piel, boca y vías respiratorias y que incluye bacterias, virus, hongos y varios gérmenes microscópicos que pueden desempeñar un papel importante en la digestión, la inmunidad y diversas funciones corporales.
En el caso de la piel esta comunidad invisible conocida como la microbiota cutánea, ejerce una influencia significativa en la salud y el aspecto de ella, ya que a través de la función que desempeñan estos microorganismos se puede mantener una piel sana. Sus principales tareas son:
- Barrera protectora: actúan como una primera línea de defensa contra patógenos externos, como bacterias y hongos, que pueden causar infecciones.
- Regulación inmunológica: modulan la respuesta inmunitaria de la piel, previniendo enfermedades inflamatorias como la dermatitis atópica y el eccema.
- Hidratación: contribuyen a mantener la piel hidratada y previniendo la sequedad.
- Metabolismo cutáneo: participan en la producción de vitaminas y otros compuestos beneficiosos para la piel.
Desafortunadamente, el equilibrio de la microbiota cutánea puede verse alterado por diversos factores, como:
- El uso de productos cosméticos agresivos: jabones, desodorantes y otros productos con químicos fuertes pueden eliminar las bacterias beneficiosas.
- El consumo excesivo de antibióticos: si bien son esenciales para combatir infecciones, también eliminan bacterias beneficiosas de la piel.
- El estrés: afecta la producción de sebo, alterando la microbiota cutánea.
- La exposición a la contaminación ambiental: los contaminantes dañan la piel y alteran el equilibrio de microorganismos.
- Alteraciones hormonales: como las que ocurren durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia.
Para cuidar y mantener una microbiota cutánea saludable y disfrutar de una piel radiante, podemos seguir algunas recomendaciones:
- Elegir productos cosméticos suaves y libres de químicos agresivos.
- Limitar el uso de antibióticos solo cuando sea necesario.
- Manejar el estrés de forma efectiva.
- Proteger la piel de la contaminación ambiental.
Además resulta esencial consumir una dieta rica en probióticos y prebióticos. Los probióticos son bacterias beneficiosas presentes en alimentos fermentados como yogur, kéfir y kombucha. Los prebióticos son fibras que alimentan a las bacterias beneficiosas de la piel y se encuentran en frutas, verduras y cereales integrales.
Una forma de apoyar la presencia de estas bacterias beneficiosas llamadas probióticos, es consumiendo suplementos especiales, algunas de las recomendaciones que podemos darte son las siguientes:

PROBIOTIC GUMMIES: Suplemento alimenticio en base a probióticos en formato gomitas sabor frutilla que ayuda a mejorar el estado inmunológico gastrointestinal.

PROBIOTIX HIGH POTENCY: Probiótico multicepa de alta concentración que repone rápidamente las bacterias beneficiosas en todo el tracto gastrointestinal, manteniendo el equilibrio de la flora intestinal y mejorando el sistema inmune.

MUNO GOTAS: Combinación de Probióticos + Vitamina D. Fortalece las células intestinales encargadas de la inmunidad. Cuida la salud del corazón y combate infecciones.
Ya lo sabes, la microbiota cutánea es un componente esencial para una piel sana y radiante. Al comprender su importancia y adoptar hábitos saludables, podemos mantener este ecosistema invisible en equilibrio y disfrutar de una piel hermosa y saludable.
Fuentes: Mejorconsalud.as.com, Revistasanitariadeinvestigacion.com, Costamagazine.cl