Prevenir la hepatitis: un llamado a la conciencia y la acción

¿Sabías que cada 30 segundos fallece una persona por una enfermedad relacionada con las hepatitis? De allí la importancia de actuar a tiempo ya que la prevención y la educación son nuestras mejores herramientas para combatirla.

“Es hora de actuar”, es el lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis 2024, que se celebra cada 28 de julio.

Según la OMS, en 2024, aproximadamente 354 millones de personas viven con hepatitis B o C.

Por eso la importancia de intensificar las medidas encaminadas a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, a fin de salvar vidas y mejorar los resultados en materia de salud.

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede tener causas virales, tóxicas o autoinmunes.

A nivel mundial, la hepatitis B y C son de las más prevalentes, afectando a millones de personas y siendo una causa significativa de enfermedad hepática crónica y cáncer de hígado. 

En Chile, se estima que hay aproximadamente 30 mil pacientes con hepatitis, posiblemente más debido a la falta de síntomas evidentes, lo que ha llevado a las autoridades a mejorar los métodos de detección.

¿Qué es la hepatitis y cómo actuar?

La hepatitis puede ser aguda o crónica, dependiendo de la duración de la infección. La aguda suele ser de corta duración, mientras que la crónica puede durar toda la vida y llevar a complicaciones graves.

Los síntomas pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos), fatiga, dolor abdominal, y náuseas, pero muchas personas pueden no presentar síntomas en las primeras etapas.

Prevención: clave para la salud hepática

Algunas medidas clave incluyen:

  1. Vacunación: Las vacunas para la hepatitis A y B son altamente efectivas. La OMS recomienda la vacunación universal para prevenir estas infecciones.
  2. Higiene: Lavarse las manos frecuentemente y consumir agua potable son esenciales para evitar la hepatitis A, que se transmite por alimentos y agua contaminados.
  3. Prácticas de inyección seguras: Evitar compartir agujas y utilizar jeringas esterilizadas ayuda a prevenir la transmisión de hepatitis B y C.
  4. Sexo seguro: El uso de preservativos puede reducir el riesgo de transmisión sexual de hepatitis B y C.
  5. Chequeos médicos: Es crucial realizarse pruebas periódicas, especialmente si se pertenece a grupos de riesgo, como trabajadores de la salud o personas con múltiples parejas sexuales.

Si bien es se trata de una enfermedad seria es prevenible 

A pesar de los desafíos, el tratamiento para la hepatitis ha avanzado significativamente.

Las personas con hepatitis C, por ejemplo, tienen acceso a tratamientos antivirales altamente efectivos, con tasas de curación superiores al 95%. 

Por eso la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida.

Con medidas de prevención adecuadas, educación y acceso al tratamiento, es posible reducir significativamente su impacto.

Es importante estar informados y tomar medidas activas para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Sociedad Chilena de Gastronterología

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio