El sistema nervioso entérico (SNE), conocido como el «segundo cerebro», es una compleja red neuronal localizada en las paredes del tracto gastrointestinal.
Este sistema regula funciones digestivas como la motilidad intestinal y la secreción de enzimas. Además, participa en la comunicación bidireccional con el cerebro a través del nervio vago.
Su papel en el control del metabolismo energético, el apetito y la absorción de nutrientes lo convierte en un actor clave en el desarrollo y manejo del sobrepeso y la obesidad.
Estudios recientes han demostrado que el sistema nervioso entérico responde a señales del cerebro y además las genera, influyendo directamente en procesos metabólicos.
Esto subraya la importancia de considerar este sistema en enfoques terapéuticos dirigidos al tratamiento de la obesidad, más allá de las dietas convencionales y el ejercicio.
La obesidad desde un enfoque más integral
El sobrepeso y la obesidad han sido atribuidos históricamente a un desequilibrio energético causado por factores como la dieta, el estilo de vida y la genética.
Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que el sistema nervioso desempeña un papel fundamental en la regulación del peso corporal, especialmente a través del eje cerebro-intestino y el nervio vago.
Un estudio realizado en Shanghái evidenció que el nervio vago es capaz de transmitir señales entre el intestino y el cerebro, regulando funciones como la digestión y la absorción de grasas.
En experimentos con ratones, la inactivación del núcleo motor dorsal de este nervio condujo a una reducción en la absorción de grasas y a una disminución del peso corporal. Este hallazgo pone de manifiesto cómo el sistema nervioso puede influir en la homeostasis energética.
La conexión entre salud mental y obesidad

La neuropsiquiatría (salud mental) también juega un papel relevante en la regulación del peso.
Condiciones como el estrés, la ansiedad o la depresión pueden alterar el equilibrio entre el cerebro y el intestino, desencadenando hábitos alimenticios poco saludables o desequilibrios metabólicos.
El eje cerebro-intestino, mediado por el sistema nervioso entérico, regula tanto las funciones digestivas como las emociones. Esto debido a la producción de neurotransmisores como la serotonina en el intestino.
Alteraciones en este sistema pueden favorecer comportamientos como la sobrealimentación emocional, lo que contribuye al desarrollo del sobrepeso y la obesidad.
El estrés crónico, por ejemplo, aumenta los niveles de cortisol, una hormona que promueve el almacenamiento de grasa en la región abdominal.
Este vínculo entre la salud mental y el metabolismo subraya la necesidad de abordar la obesidad desde una perspectiva que combine el tratamiento físico y emocional.
Innovaciones en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad
Los avances en el estudio del sistema nervioso entérico han llevado al desarrollo de tratamientos que buscan regular la comunicación entre el intestino y el cerebro.
Entre las innovaciones recientes destacan:
- Modulación del nervio vago: investigaciones con la sustancia puerarina, utilizada en el tratamiento de enfermedades vasculares cerebrales, han demostrado que esta puede inhibir ciertas neuronas del nervio vago, promoviendo la excreción de grasas y favoreciendo la pérdida de peso.
- Terapias combinadas: abordarlo con enfoques que incluyan intervenciones dietéticas, actividad física y técnicas de manejo del estrés puede mejorar significativamente los resultados.
- Regulación del microbioma intestinal: mejorar la composición de la flora intestinal mediante prebióticos, probióticos o cambios en la dieta contribuye a un metabolismo más eficiente y a un mejor control del peso corporal.
La importancia de un enfoque integral

El tratamiento del sobrepeso y la obesidad requiere un enfoque que considere la interacción entre el sistema nervioso, el metabolismo y la salud mental.
Estrategias que combinen la modulación del eje cerebro-intestino con el tratamiento de trastornos emocionales y el uso de tecnologías avanzadas pueden marcar un cambio significativo en la forma de abordar esta condición.
Además, los avances en la investigación del sistema nervioso entérico están abriendo puertas a terapias más específicas y personalizadas. Estas pueden ir más allá de los métodos tradicionales como dietas y ejercicio.
Un cambio en la salud con el sistema nervioso entérico
Los descubrimientos sobre el papel del sistema nervioso en la regulación del peso corporal están redefiniendo nuestra comprensión del sobrepeso y la obesidad.
La investigación en torno al sistema nervioso entérico y su interacción con el cerebro ha demostrado ser clave para identificar nuevas oportunidades terapéuticas.
En el futuro, tratamientos innovadores que combinen el conocimiento del «segundo cerebro», la neuropsiquiatría y la nutrición podrían transformar la forma de abordar esta problemática global, mejorando tanto la calidad de vida como los resultados clínicos de los pacientes.