Consecuencias de la obesidad en los sistemas del cuerpo humano

Pies sobre una balanza

El exceso de peso corporal responde a múltiples factores de riesgo de la obesidad. Entre ellos la inactividad física, los hábitos alimentarios poco saludables y ciertos determinantes genéticos y sociales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), su prevalencia se ha duplicado desde 1990 entre adultos de todo el mundo y triplicado entre los adolescentes. Este exceso de grasa corporal puede alterar el funcionamiento de distintos sistemas del cuerpo humano y derivar en enfermedades graves.

Causas y consecuencias de la obesidad

Entre las principales causas se encuentran el desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, factores metabólicos y determinantes sociales de la salud. 

Las consecuencias no se limitan al aumento de peso. Esta condición también se manifiesta a través de trastornos respiratorios, cardiovasculares, digestivos e inmunológicos. Además, se asocia con una mayor carga de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y algunos tipos de cáncer.

En este último caso, estudios respaldados por la OMS y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que el exceso de grasa corporal puede provocar inflamación crónica y alteraciones hormonales que favorecen el desarrollo de tumores

En particular, se ha identificado una relación entre esta condición y los cánceres de endometrio, mama (en mujeres postmenopáusicas), colon y recto, esófago, riñón, páncreas, vesícula biliar, hígado, ovario, tiroides, estómago (cardias gástrico), meningioma y mieloma múltiple.

Sistemas afectados por la obesidad

Replica de torso humano con los órganos expuestos a su alrededor.

Esta compromete la integridad de múltiples órganos y sistemas del cuerpo humano. Cuando se analiza qué parte del cuerpo afecta la obesidad, es importante considerar el patrón de acumulación de grasa y la duración del exceso de peso. Sin embargo, su impacto es sistémico. 

El corazón, los pulmones, el hígado, el páncreas, los riñones y las articulaciones suelen presentar complicaciones asociadas, al igual que el sistema nervioso en etapas más avanzadas. 

Este efecto generalizado sobre la función orgánica incrementa el riesgo de morbilidad y mortalidad prematura.

Cómo afecta la obesidad al sistema digestivo

El exceso de grasa corporal puede provocar alteraciones importantes en el sistema digestivo. Entre las más comunes se encuentra la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que puede evolucionar a cirrosis o cáncer hepático. 

También aumenta el riesgo de cálculos en la vesícula biliar, y favorece el reflujo gastroesofágico, ya que incrementa la presión abdominal.

De acuerdo a la revista chilena de nutrición, las personas obesas presentan una microbiota intestinal con una mayor proporción del filo Firmicutes y una menor proporción del filo Bacteroidetes, lo que podría aumentar la eficiencia en la extracción de energía desde los alimentos. Esa energía extra, si no se usa, se acumula… y ahí comienza el problema.

Cómo afecta la obesidad al sistema cardiovascular

Esta contribuye al desarrollo de hipertensión arterial a través de diversos mecanismos fisiopatológicos. 

Según el artículo «Mecanismos de hipertensión en obesidad«, entre estos mecanismos se incluyen:​

  • Resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, que pueden provocar retención de sodio y agua, aumentando así el volumen sanguíneo y la presión arterial.
  • omo la leptina y la adiponectina, que afecta la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse correctamente.

Además, el estudio de Framingham indica que el 70% de los casos de Alteración de la función endotelial, mediada por moléculas cAumento de la actividad adrenérgica y de las concentraciones de aldosterona, lo que favorece la vasoconstricción y retención de líquidos.

hipertensión en hombres y el 61% en mujeres son atribuibles al exceso de adiposidad. Incluso se ha calculado que, por cada 5 kg de incremento de peso, la presión sistólica puede aumentar en promedio 4,5 mmHg.

Estos datos subrayan la importancia del control de peso y obesidad para prevenir y manejar la hipertensión arterial.

Cómo afecta la obesidad al sistema respiratorio

Las personas con sobrepeso tienden a presentar limitaciones en la ventilación pulmonar, especialmente cuando la grasa se acumula en el abdomen y el tórax. Este exceso dificulta la expansión normal de los pulmones.

Como resultado, pueden aparecer apnea del sueño, hipoventilación y dificultad para realizar actividades físicas que antes no representaban un esfuerzo. De acuerdo con la OMS, la obesidad también puede reducir la capacidad pulmonar y aumentar el riesgo de desarrollar asma. Respirar, en este contexto, se vuelve literalmente más pesado.

Obesidad y sistema inmune

Una doctora mide la circunferencia abdominal de su paciente con una cinta métrica.

Esta influye negativamente en el sistema inmunológico, afectando tanto la inmunidad humoral como la celular. 

Según el artículo «Obesidad y sistema inmune«, las personas con obesidad presentan una disminución en la secreción de anticuerpos y alteraciones en el recuento y la función de leucocitos y linfocitos.

Estos cambios no son menores: aumentan la susceptibilidad a infecciones, dificultan la recuperación tras una cirugía y pueden afectar la respuesta a ciertos tratamientos. En otras palabras, un sistema inmune desordenado se vuelve menos eficiente en su tarea principal: defender el cuerpo.

Cómo combatir la obesidad y sus factores de riesgo

La intervención en la obesidad debe ser integral y sostenida. La OMS recomienda cambios en la dieta, aumento de la actividad física y apoyo psicosocial. 

A veces, no basta con mejorar los hábitos: algunas personas requieren tratamiento farmacológico o cirugía bariátrica. 

Contar con opciones adecuadas y seguras, como los medicamentos para el sobrepeso y la obesidad , puede marcar una diferencia importante en el tratamiento. Por eso, buscar orientación médica y acceder a ellos a través de una farmacia de especialidad es parte del proceso.

Comprender los factores de riesgo de la obesidad para prevenir complicaciones

La obesidad representa una amenaza para la salud pública global. Afecta múltiples órganos y sistemas, incrementa el riesgo de enfermedades crónicas y deteriora la calidad de vida.

Comprender los factores de riesgo de la obesidad permite diseñar estrategias de prevención y tratamiento más eficaces, basadas en evidencia científica y un enfoque interdisciplinario.

Dado su impacto multisistémico, resulta fundamental intervenir tempranamente para evitar complicaciones metabólicas, cardiovasculares, respiratorias e inmunológicas, y así avanzar hacia una mejor salud individual y colectiva.

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