Fotoprotectores: La armadura de tu piel contra el sol

Descubre qué son, cómo usarlos correctamente y por qué es importante prestar atención a su fecha de caducidad.

Llega noviembre y ya vamos marcando en nuestros calendarios esos días que pasaremos en la playa, en el campo, o simplemente disfrutando al aire libre. Sanas y divertidas actividades que, sin embargo, deben venir de la mano con el necesario cuidado que todos debemos tener ante la exposición a los rayos solares, a fin de evitar no solo quemaduras, manchas o el envejecimiento prematuro del cutis, sino también el cáncer de piel que, según cifras del Ministerio de Salud, solo el año pasado cobró la muerte de 530 personas en Chile.

Un cuidado que, pese a la práctica común, debería tenerse durante todo el año, y no solo en primavera o en verano, ya que incluso en días nublados la radiación solar alcanza nuestra piel. Ahí es donde entran en juego los fotoprotectores, tus mejores amigos en la lucha contra los daños solares, capaces de proteger la piel con ingredientes activos que absorben, dispersan o reflejan los dañinos rayos ultravioleta emitidos por el sol para evitar que penetren en la piel. En el mercado hay una gran variedad de ellos, que se dividen en dos grandes grupos:

  • Con filtros físicos o minerales: Son aquellos conocidos por dejar la piel blanquecina, ya que quedan sobre esta, creando una barrera que refleja los rayos UV. Contienen minerales como el óxido de zinc, y son los más recomendados para los menores de dos años, personas alérgicas o con cutis sensible.
  • Con filtros químicos u orgánicos: Interactúan con el fotón de radiación ultravioleta, absorbiendo los rayos en las primeras capas de la piel y transformándolos en energía o en calor que se dispersa, lo que hace que tengan una menor potencia y sean menos dañinos. Suelen tener una textura más ligera y los puedes encontrar en sus formas de loción, aerosol, gel y crema.

¿Cuándo y cómo aplicar el fotoprotector?

Es muy importante tener presente que, cualquiera sea el tipo de protector solar que escojamos, la forma en que se ocupe es determinante en su efectividad. Según aconsejan los especialistas, lo primero es limpiar la piel, sobre todo si se trata del rostro. Luego debe aplicarse la crema hidratante, permitiendo que penetre por completo en la dermis por varios minutos. Recién en ese momento debería usar el fotoprotector, en la cantidad que indique el fabricante, y mediante pequeños toques en la piel, sin frotar fuertemente. 

Otro aspecto a tener en cuenta es la vigencia del producto. Es vital respetar la fecha de caducidad que este indica, así como también el tiempo en que se extiende su vida útil una vez abierto. Si el rotulado señala que es de 18 meses, pasado ese año y medio desde que se le sacó el sello al producto, lo mejor es desecharlo, pese a que la fecha de vencimiento sea superior.

La aplicación adecuada es clave, es por eso que se debe aplicar generosamente en todas las áreas expuestas al sol al menos 30 minutos antes de salir, sin olvidar zonas como las orejas y el dorso de las manos. Reaplica cada dos horas o con más frecuencia si te bañas o sudas mucho.

¡Un consejo extra!

Como ninguno de estos productos protege al 100% de los rayos solares, es imprescindible usar otras barreras de protección, sobre todo durante las 11:00 y las 16:00, cuando la radiación es más fuerte. Gorros, lentes de sol, sombrillas y prendas de ropa con filtro UV son algunos de los complementos ideales para disfrutar de los días veraniegos sin sufrir las consecuencias de la exposición solar.

Fuente: Instituto de Salud Pública de Chile (ISP); Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), del Ministerio de Salud; webs de Fundación Arturo López Pérez, La Tercera, BioBíoChile, Emol, Clínica Mayo, Clínica Santa María y Clínica Alemana.

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