¡La diabetes mellitus ya es parte de mi vida!

Esta frase puede ser una realidad compleja de aceptar. Sin embargo, con conocimiento y un correcto cuidado, es posible transitar esta enfermedad sin grandes limitaciones en el día a día. En Chile, 12 de cada 100 personas padecen de diabetes mellitus, una enfermedad crónica y metabólica, la cual suele iniciarse en el segmento adulto joven mediante síntomas que se detonan cuando el páncreas deja de producir insulina de forma normal o cuando el organismo no utiliza la insulina de manera adecuada.

En términos más sencillos, es importante entender que la insulina tiene como función trasladar el azúcar de la sangre a las células donde se transforma en energía; si este proceso falla, entonces la glucosa se va acumulando en la sangre.

Tipos de diabetes mellitus

Hay dos tipos de diabetes mellitus: en la tipo 1 el cuerpo no produce insulina debido a una destrucción autoinmunitaria de las células beta pancreáticas. En tanto, la tipo 2 es más leve, incluso en un comienzo asintomático, pero que a lo largo del tiempo suelen aparecer las primeras manifestaciones de la enfermedad como sed excesiva, boca seca, falta de energía, visión borrosa, heridas que curan lentamente, entre otras señales.

A partir de esto, y tras una ratificación médica, uno de los primeros pasos se vincula con el conocimiento y aceptación para llevar una buena calidad de vida.

Te puedes guiar con las siguientes medidas:

  • Aprender a manejar las alzas y bajas de azúcar en la sangre
  • Conocer los niveles de glicemia adecuados para ti
  • Aprender a utilizar un monitor de glicemia
  • Comprender los resultados glicémicos
  • Saber la alimentación adecuada y actividad física ad hoc

Todas las personas que padezcan de diabetes tienen que cuidar su dieta. En general se logra comiendo en cantidades equilibradas y variadas en línea con la pirámide alimenticia modificada por la Asociación Americana de la Diabetes.

En la base se encuentran los cereales donde el principal cuidado es la cantidad de consumo para un diabético. En el segundo escalón hablamos de frutas y verduras que aportan minerales y vitaminas. Idealmente, las frutas deben ser naturales, frescas y consumirse en lo posible con cáscara. Luego, en un tercer nivel vienen las proteínas (carnes y lácteos). En la punta de la pirámide están los aceites y dulces, los que deben restringirse lo más posible, ya que son los principales alimentos que aumentan la glicemia.

En el caso de alimentos que no deben ser consumidos por un diabético se encuentran: azúcares simples, mermelada, miel, manjar, bebidas azucaradas y frutas en conserva, entre otros. Sobre estos consejos, recuerda que llevar un plan de tratamiento con tu médico y realizar controles de glicemia periódicamente para sobrellevar de mejor manera tu salud.

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