Los últimos estudios científicos marcan la diferencia en la búsqueda de una cura para la que es la principal causa de mortalidad por cáncer en las mujeres en todo el mundo.
Anualmente se diagnostican más de 5 mil nuevos casos de cáncer de mama en Chile, y cerca de 1.600 personas mueren por esta causa. Para reducir estas lamentables cifras, hace décadas que científicos alrededor del mundo se esfuerzan en encontrar una cura. Con ello ha habido grandes avances, que han permitido disminuir la cifra de fallecidos y una detección cada vez más precoz de este mal que afecta sobre todo a las mujeres.
Efectivamente, la detección temprana es vital, ya que se estima que con ella existe un 96% de probabilidades de cura. Y, si bien la mamografía es actualmente la forma más eficiente y capaz de reducir la mortalidad en este ámbito, los avances científicos en la materia han entregado nuevas opciones muy esperanzadoras. Una de ellas, un novedoso parche flexible creado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts que puede incorporarse al sostén. Está dirigido a pacientes con alto riesgo de cáncer de mama, ya que permite un seguimiento más frecuente de su estado, gracias a que obtiene imágenes de ultrasonido con una gran resolución, similar a las sondas de ultrasonido que usan los centros médicos.
Sea o no detectado en una etapa temprana, actualmente existen diferentes tratamientos para el cáncer de mama, cuya pertinencia depende de las características del tumor, la etapa y subtipo de cáncer. Entre ellos se encuentran la cirugía, que generalmente es el procedimiento inicial; la radioterapia; la quimioterapia y las terapias hormonales. Actualmente, existen medicamentos innovadores que han demostrado ser beneficiosos en reducir el riesgo de desarrollar recaídas o metástasis, los que, aplicados en simultáneo a la terapia hormonal, inhiben el ciclo celular, con lo que se evita la proliferación y reproducción de las células malignas.
Otra promisoria innovación en la lucha contra el cáncer de mama, es la que desarrolló un estudio de la Clínica Mayo, que reveló que la terapia con rayo de protones puede acortar significativamente el tiempo de tratamiento. Conocida por su precisión al dirigirse a las células cancerosas, esta modalidad además preserva el tejido sano para minimizar el riesgo de efectos secundarios, como en el corazón y los pulmones. Por otro lado, destacan los investigadores, este menor tiempo de terapia, evita a los pacientes los costos y molestias propias de un tratamiento tradicional.
Los científicos creen que el próximo paso en el tratamiento contra distintos tipos de cáncer, entre ellos el de mama, será una vacuna, que podría estar disponible dentro de cinco años. No una tradicional que previene enfermedades, sino una que esté enfocada en reducir los tumores e impedir que el cáncer reaparezca. Una maravilla de la ciencia y la medicina que podría cambiar la vida de los más de dos millones de diagnosticados con este cáncer al año a nivel mundial, quienes día a día sufren con sus complejas consecuencias físicas y sicológicas.
Más allá de los avances en el área científica, es muy importante destacar que el autocuidado y acciones preventivas que puedan realizar desde temprana edad las mujeres, como el autoexamen y la mamografía anual, son métodos eficaces que marcan la diferencia para detectarlo a tiempo. ¡En el mes rosa, recuerda lo importante de chequear tu salud periódicamente!
Fuentes: 24horas.cl, Clínica Las Condes, Clínica Alemana, Clínica Mayo y Fundación Arturo López Pérez (FALP).
